viernes, 19 de diciembre de 2014

ECOS DE CADA DIA


Vuelvo día a día a buscar tu boca para besarla aún en la distancia, a beber de tus labios el dulce Amar y así embriagarme sumido en ti, en tus ternuras y tus sueños, en tus caricias y tus deseos, en tus ojos y en tu pelo, e ir por el día ebrio de tu piel aún en la distancia sin tiempo, abandonado a la tierna sensación de poseer tu alma más allá del hoy, del aquí y del ahora, mía siempre por la gracia maravillosa de Amar. Vuelvo día a día a buscar tus pechos para besarlos aún en la distancia, a beber de tus pezones tu dulce néctar, y así embriagarme sumido en ti, en tus ansias y tus fuegos, en tus caricias y tus deseos, en tu vientre y en tu pubis, e ir por el día ebrio de tu piel aún en la distancia sin tiempo, abandonado a la incitante sensación de poseer tu excitación más allá del hoy del aquí y del ahora, mía siempre por la gracia solitaria de la masturbación. Vuelvo día a día a buscar tus muslos para lamerlos aún en la distancia, a sentir en tus nalgas su suave tibieza, y así embriagarme sumido en ti, en tus ansias y tus fuegos, en tus caricias y tus deseos, en tu vulva y en tus glúteos, e ir por el día ebrio de tu piel aún en la distancia sin tiempo, abandonado a la lúbrica sensación de poseer tu lujuria más allá del hoy, del aquí y del ahora, mía siempre por la gracia arrebatadora del sexo.


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