Es un juego voluptuoso de negras
bragas y piel desnuda, un torbellino atrapante y excitador, un lujurioso calidoscopio
bicolor, un yin y yang que expone la dualidad de todo lo existente en el
universo, las dos fuerzas fundamentales opuestas y complementarias, que se
encuentran en toda sexualidad, el yin es lo vestido, lo oculto, el principio
femenino, la tierra, la oscuridad, la pasividad y la absorción, el yang es lo
desnudo, lo expuesto, el principio masculino, el cielo, la luz, la actividad y
la penetración. No es blanco y negro, es el negro sexual de tus bragas con su urdimbre
de cerrada red atrapadora, es los dos negros distintos, el que esconde la suave
comba de tu vientre y el que me niega el monte de Venus y la flor oculta de tu
vulva, es el rosa pálido o el cálido rosa anaranjado según sea la luz o las sombras de la deseada piel
de tus muslos. Y Es Solo el inicio de un sendero por las zarzas y las brasas de
las lujurias reprimidas, por los aromas de las flores sexuales que florecen en
las penumbras nocturnas, son tus excitaciones a medianoche cuando asumes que
eres orgullosa hembra por dentro y por fuera, es la certeza inquietante de que te
voy a comerte, que te voy a morderte, que te voy a mascarte, que te voy a
chuparte enterita, que te voy a lamerte hasta la conciencia con todos tus
remilgos, pudores y recatos, es la certidumbre turbadora que un lobo pervertido
te acecha desde los húmedos y calientes adentros de ti misma.
jueves, 11 de diciembre de 2014
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