miércoles, 31 de diciembre de 2014

CASANDRA DEL ULTIMO DIA


La última mañana se perfilaba en nublados desplegándose entre blancos y grises desde el muy lejano poniente marino, cuando vino ella, vuelo, luz, fuego y rosa. En el principio fueron las palabras, sus seductoras ternuras y dulces comprensiones, el perfumado derrame del Amar en su voz escrita en sus dos idiomas, el de las montañas, verdes gramas y ríos, y el de las estructuras de oscuro hierro, las altas edificaciones de cristal y el rumor continuo de un tráfico infernal, combinados ante la necesidad de expresar sus sentires, sus pasiones y sus sueños. Y vinieron los destellos de su rostro, sus labios, su boca en sonrisa, sus ojos y su pelo negro salvaje, uno tras otro, discontinuados como un desesperado juego de luces que se encienden y se apagan, relámpagos de amor por consumarse. Después el resplandor del pezón en close up, allí en su inquietante cercanía carnal, la protuberancia de la pequeña papila en su centro angelical, la pigmentación de una breve rosa rosada, la lasciva rugosidad de su areola, esas precisas comarcas erógenas que el soñador sueña estimular, ese día que vendrá, con leves caricias o lamidas o succiones hasta erguirlo en la vorágine de la excitación sexual, llevarlo a su erección o endurecimiento, a la hipersensibilidad del sublime telotismo (i). Entonces vino el fulgor del seno asomado entre el tibio canalillo y el negro tejido de la blusa, mullido mórbido lleno orgulloso, edípico en su blanda suavidad atávica. Y en el último deslumbre, las uñas con su rojo furioso y detrás su cara riendo como una niña feliz corriendo por la fresca grama o una dama que se mira de reojo en todos los espejos sabiendo que desde los plateados azogues alguien la espía enamorado.

(i) Telotismo:
1° (Del griego telos, fin, término e ismo, acción, conducta). Dícese de la rigidez de los órganos eréctiles.
2° (Del griego thēlē. pezón). Proyección de los pezones por contracción de los músculos de la aréola (reflejo mamiloareolar).


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