“Me gustaría ser ese puro o
tabaco que fumas para sentirme besada por tus labios” A. C.
Te fumaría lentamente para absorber
tu perfume, tu aroma de hembra, el olor salvaje de tu sudor instaurado en tu
piel por la gracia plena de la lujuria. Tú
eres la vela, el amor es la llama, un fuego que quema a través del viento y la
lluvia. Eres luz y el fuego sobre los estremecimientos de mi miembro cuando
tu mano lo roza en los iniciales juegos de la cópula. Brilla tu luz en este corazón mío hasta el final de los tiempos, llegaste
a mí como el amanecer llega a la noche, brillando como el sol fuera de mis
sueños y dentro de mi vida, tú eres la única. Te dejaría hacer para
sentirte tan cerca como te sueño, evadirme dormido entre tus palomas con mi
boca dormida en tu tete. Dije que te
amaba pero mentí, porque lo que siento adentro es más que amor, dije que te
amaba pero estaba equivocado, porque el amor jamás podría sentirse tan fuerte,
dije que te amaba pero mentí. Huelo tu sexo, lo lamo, lo saboreo y te beso
con el sabor de tu propio nido en mis labios, un beso largo que nos lleve por
los quemantes caminos del deseo. Con toda
el alma he intentado inútilmente, ¿Cómo pueden meras palabras explicar mi
corazón?, este sabor a cielo, tan profundo tan real he encontrado en ti, por
tantas razones, en tantas maneras, mi vida acaba de empezar. Ven para
abrazarte, para darte mi calor e incendiarte, primero abrazarte con ternura después
con pasión, te abrazo y te beso con amor, juego con tu pelo entre mis dedos, bebo
tu saliva desde la comisura de tus labios, te beso con mi lengua hurgando en tu
boca, hundido en ti, en la plenitud sagrada de tu cuerpo deseado. Te necesito para siempre, necesito que te
quedes, tú eres la única.
Nota.- En cursivas; fragmentos de
“Said I love you but... I
lied”. Michael Bolton.
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