miércoles, 31 de diciembre de 2014

ULTIMOS ACOSOS DEL FAUNO BARROCO VI


(En clave final, 6/6 y 5 anexos 23/18)

No habrá ninguna igual, todas murieron desde el momento que dijiste adiós. (i)
All the flowers that u planted, mama, in the back yard all died when u went away. (ii)

Nada será igual, se habrá roto la continuidad cómplice de las pervertidas mañanas, la conexión del sexo compartido y del misterioso amor negado pero vigente. Ya no te imaginaré piluchita, el agua caliente escurriendo por tu cuerpo, tus manos enjabonando tus muslos, la sensualidad de tu desnudez reflejada en el espejo, la mullida toalla acariciando esas carnes ansiosas, la mente vagando por los suburbios de los deseos. Ya no te pensaré con sueñito, latiguda, amodorrada, de rojo, como para hacerte unos cariñitos suavecitos, pasarte la lengüita por la espalda de cuello a coxis, así, como sé que te gusta. Ya no me fantasearé con mi lengua chapoteando en tu vulva mojada y sabrosa, ni mis dedos hurgando esa flor abierta de tu sexo, ni mi boca ensalivando tu boca, ni las nocturnas luces del puerto imaginario vistas desde el vuelo de las palomas del campanario. No habrá ninguna igual, no habrá ninguna, ninguna con tu piel ni con tu voz (i). No más juegos perturbadores de la beata miedosa y el fauno caliente, no más muslos desnudos ni ingles sorpresivas, no más colores, edredones ni sábanas como oleajes, no más inconfesables excitaciones nerdiozas (sic) ni solapadas masturbaciones mañaneras. Son las últimas inspis (sic) y estas las últimas palabras, la última revelación, el último éxtasis del enviciado vouyeur: azul, mórbidos muslos, rosadas florcitas en tenue verde, la mariposa corazón revoloteando con sexual desparpajo, y los ralos vellos púbicos, negros antracita, enmarañados en una champa excitante, expuestos sin censura a los ojos mirones que hurgan buscando la evidencia de la vulva deseada, la mano gozadora aferra el miembro ya erecto y lo masturba con vehemencia, con ganas, con placer, mientras la mirada del fauno se pervierte en los pilosos detalles, en tres se ven los pelitos asomados tímidos en el vértice triangular del pubis y las piernas, en dos se muestran con lascivo descaro, selva oscura y olorosa en cuyo centro anida la flor del deseo, otrora lamida, succionada, saboreada sin hartazgo, la mano acelera su masturbatoria maniobra, y sigue, y sigue, y sigue hasta los espasmos de la gozosa eyaculación final. I said nothing can take away these blues, `cause nothing compares, nothing compares 2 u (iii). El año se acaba con derrumbes y penas, pero nada sabemos del porvenir, salvo que diferirá del presente (iv), y es que es tan corto el amor, y es tan largo el olvido (v).

Notas.-
(i) Ninguna. En la voz de Alberto Castillo.
(ii) Nothing Compares 2U. (Todas las flores que plantaste, mama, en el patio trasero, se murieron cuando te fuiste). En la voz de Sinéad O’Connor.
(iii) Nothing Compares 2U. (Digo que nada puede llevarse esta melancolía. Porque nada es comparable, nada es comparable a ti). En la voz de Sinéad O’Connor.
(iv) Sobre los clásicos. Jorge Luis Borges.
(v) Poema 20. Veinte poemas de amor y una canción desesperada, Pablo Neruda.


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