(En clave final, 6/6 y 5 anexos 23/18)
No habrá ninguna igual, todas murieron desde el momento que dijiste
adiós. (i)
All the flowers that u
planted, mama, in the back yard all died when u went away. (ii)
Nada será igual, se habrá roto la
continuidad cómplice de las pervertidas mañanas, la conexión del sexo
compartido y del misterioso amor negado pero vigente. Ya no te imaginaré
piluchita, el agua caliente escurriendo por tu cuerpo, tus manos enjabonando
tus muslos, la sensualidad de tu desnudez reflejada en el espejo, la mullida
toalla acariciando esas carnes ansiosas, la mente vagando por los suburbios de
los deseos. Ya no te pensaré con sueñito, latiguda, amodorrada, de rojo, como
para hacerte unos cariñitos suavecitos, pasarte la lengüita por la espalda de
cuello a coxis, así, como sé que te gusta. Ya no me fantasearé con mi lengua
chapoteando en tu vulva mojada y sabrosa, ni mis dedos hurgando esa flor
abierta de tu sexo, ni mi boca ensalivando tu boca, ni las nocturnas luces del
puerto imaginario vistas desde el vuelo de las palomas del campanario. No habrá ninguna igual, no habrá ninguna,
ninguna con tu piel ni con tu voz (i). No más juegos perturbadores de la
beata miedosa y el fauno caliente, no más muslos desnudos ni ingles
sorpresivas, no más colores, edredones ni sábanas como oleajes, no más
inconfesables excitaciones nerdiozas (sic) ni solapadas masturbaciones
mañaneras. Son las últimas inspis (sic) y estas las últimas palabras, la última
revelación, el último éxtasis del enviciado vouyeur: azul, mórbidos muslos,
rosadas florcitas en tenue verde, la mariposa corazón revoloteando con sexual
desparpajo, y los ralos vellos púbicos, negros antracita, enmarañados en una
champa excitante, expuestos sin censura a los ojos mirones que hurgan buscando
la evidencia de la vulva deseada, la mano gozadora aferra el miembro ya erecto
y lo masturba con vehemencia, con ganas, con placer, mientras la mirada del
fauno se pervierte en los pilosos detalles, en tres se ven los pelitos asomados
tímidos en el vértice triangular del pubis y las piernas, en dos se muestran
con lascivo descaro, selva oscura y olorosa en cuyo centro anida la flor del
deseo, otrora lamida, succionada, saboreada sin hartazgo, la mano acelera su
masturbatoria maniobra, y sigue, y sigue, y sigue hasta los espasmos de la
gozosa eyaculación final. I said nothing can take away these
blues, `cause nothing compares, nothing compares 2 u (iii). El año se acaba con
derrumbes y penas, pero nada sabemos del
porvenir, salvo que diferirá del presente (iv), y es que es tan corto el amor, y es tan largo el
olvido (v).
Notas.-
(i) Ninguna. En la voz de Alberto Castillo.
(ii) Nothing Compares 2U. (Todas las flores que plantaste, mama, en el patio
trasero, se murieron cuando te fuiste). En la voz de Sinéad O’Connor.
(iii) Nothing Compares 2U. (Digo que nada puede llevarse esta melancolía.
Porque nada es comparable, nada es comparable a ti). En la voz de Sinéad
O’Connor.
(iv) Sobre los clásicos. Jorge Luis Borges.
(v) Poema 20. Veinte poemas de amor y una canción desesperada, Pablo
Neruda.
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