viernes, 26 de diciembre de 2014

UN VOYAGE À TETUÁN


Esa opulencia mullida mórbida llena blanda, coronada por orgullosas oscuras protuberancias, esa fisura floral húmeda rosada carnal tibia, olorosa a vertiginosas honduras marinas, penetración, esa o ceñida, esfínter demiúrgico, gritos ahogados dolorosa inserción, esa voracidad pélvica, soeces quejidos y susurros devorados. Restriego de vientres, frotaciones púbicas, abierta erguido, inserciones, sobre en dentro surcando punzando introduciendo atrás adelante arriba abajo, succiones, perturbadoras secuencias, agitaciones y despliegues a ojos cerrados, lúbricas voluptuosidades, perversiones. Turgencias cadencias y convergencias, atrapamientos, yemas en pequeños círculos masturbatorios sobre el clítoris, mano empuñando en sube y baja el erecto miembro. Paja brava, manualidad vertida densa caliente lechosa, eyaculaciones furtivas, premonitorios orgasmos, densidades del sudor, del semen, de los fluidos vaginales, de la saliva que unge los deseos en el beso de labios lengua dientes, succiones, desconches y manoseos, erecciones. Sodomías y estupros, cópulas engarces engranes y empotramientos, sexo. Por sus muslos y glúteos, por sus ingles y periné, por su vientre hasta su pubis, por su boca y su flor meridional, por entre sus piernas brotando cautivo, por su vulva, por su vulva, por su mismísima vulva. Lubricaciones embebidas de escondidas lujurias por las sinuosidades y los pliegues de los cuerpos convulsionados, desnudos, marcas de mordiscos como rojas lunas segmentadas, rubores y dilataciones, magias del coito interrumpido, estremecimientos, silenciosas ternuras de atormentadas soledades que se afanan en mimetizarse con los últimos requiebros de la ambigua cercanía, lamidos, rostros que no se miran, delicias y tormentos. Desatadas invocaciones, urgencias, sosiegos, laxitud que acontece sin horario, como una muerte.


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