domingo, 21 de septiembre de 2014

EL AUSENTE Y LA POSEEDORA


Para la loba siempre incierta

Soy la sombra que adivinas en los áridos paisajes, y en las piedras de los sueños una difusa silueta. Sé que aún te soy un áspero y lejano horizonte, pero ya habitaré tu recuerdo en un aquí y un ahora. Y no habrá caminos inciertos ni senderos escondidos ni la trama incierta de arduas meditaciones incesantes, porque la verdad de ese día iluminará todo misterio para siempre. A las altas profundidades marinas, entre algas oscuras y peces de plata, te llevaré de mi mano al dulce abismo. Allí aprenderás donde están las playas de la calma, ha dejarte fluir inmersa en tus sentidos para aprender otra forma de soñar. Saciaras impúdica tus misterios y secretos sumergida en el mar infinito del tiempo, y desde ahí, alocados y febriles veremos hasta el último horizonte, y sabrás entonces que nunca volverás al mismo vacío. En penumbras y todos mis sueños acuden a ti, a tu piel pálida que sé tibia, a tu pelo de loba en libertad y a ese escote que me despierta, que me abruma de deseos, de fantasías secretas, de lujuriosas intenciones. La penumbra te ilumina y entre las sombras relumbran tus pechos ocultos bajo el tul y tus manos que deseo sobre mi cuerpo llenas de caricias prohibidas reverberan en dolorosos destellos porque aun te ocultas de mí. Te desatas y vuelas, entonces puedo poseerte, buscar en tus ansias el reflejo de las mías, recorrer tu cuerpo con mis manos transparentes, romper anhelos ocultos, deseos subterráneos, desnudar tu cuerpo soñoliento y hundirme en ti con el fervor del sexo, con la mascara virtual que me libra de ser yo y es estar ahí como un fantasma, habitar tu cuarto, tus rincones, verte mortal, verdadera, ver a la dueña del verbo esclava de lo cotidiano, a la loba dulce señora de casa, a la hembra desolada, a la mujer de poemas e imágenes marinas convertida en mujer mujer mujer. Juegas con mis deseos porque posees mi alma solitaria, porque has derrotado al lobo y despertado sus milenarios anhelos y rebuscado en sus instintos las llamas, el incendio, la lava de volcánicas imaginaciones, has tomado sus cenizas aun vivas y roto sobre ellas el ánfora de tu sexo.

2006


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