Tu cuerpo en su impudor está
expuesto en los márgenes de mi desasosiego. Tu mano soba aferra aprieta masajea
masturba buscando la eternidad del goce. Agachas sumisa la testa e inicias el
rito succionante de una grata felación. Mientras chupas mis dedos invaden tu
sexo en una hurgadora danza masturbatoria. Tu boca exhala su vaho quemante
sobre mi endurecido miembro erguido. Lames con hedónica lentitud la base el
tallo el balano la puntita misma. Montada me cabalgas vehemente con tu loca incesancia
desbocada. Encajada en mi rostro tu vulva restriegas en mi boca labios lengua. Navego
los tibios y amplios montes de tus pechos hasta las alturas de sus pezones. Giras
en un torbellino de densa lascivia incitando al abominable fornicio. Exhibes la
ampulosa carnalidad de tus nalgas en incitantes movimientos. Ofreces a la
fálica polinización tu pequeña y ceñida florcita del sur. Penetro el apretado
asterisco con la lenta furia del macho sodomítico. Me inmolo en tu voracidad
anal que muele en su molino mi sensible erguimiento. Escalo enredado en tus
vellos salvajes el montículo de tu pubis. Te abres húmeda a tu potro montaraz
en penetrante tentación. Disuelves entre quejidos y grititos tu impura
delicuescencia. Con escabrosa persistencia detentas los goces de la carne
trémula en su rijosa erección. Te jineteo profundo inserto entero en rítmicos
espasmos. Hay un delirio de voces susurros sudores estremecimientos en la
orgiástica trabazón. Convergemos en la densa eyaculación y la contracción del
orgasmo. Laxos divagamos abrazados en la eternidad del cómplice silencio.
miércoles, 4 de marzo de 2015
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