(Inserciones sobre un palimpsesto)
Estaba dormida y no pude evitar
acariciarla un poco antes de hundirme en el sueño. Deslicé mi mano desde su
rodilla hacia arriba apenas rozándola con las yemas, estaba nervioso pero ya no
podía detenerme. Mi mano alcanzó el elástico de sus bragas sobre sus caderas y
siguiendo el borde alcancé el pequeño triángulo de tela que cubría su sexo donde una densa humedad olorosa y sexual la
humedeció untándola de una lujuria condensada. La miré y continuaba
dormida, así que decidí ir más allá y deslicé mis dedos sobre aquel pedacito de
tela dibujando una S sobre el tejido, casi sin rozarlo hasta que una densa humedad olorosa y sexual los humedeció untándolo de
una lujuria condensada. Ella suspiró levemente, lo que me excitó aún más,
así es que comencé a juguetear con mis dedos y luego a besar sus piernas
comenzando desde las rodillas, subiendo lentamente, apenas rozando su piel con
mis labios, deslizaba mi lengua sobre la cara interna de sus muslos,
levantando a roja camisola con mis manos
según avanzaba hasta que mi nariz topó con su calzoncito donde una densa humedad olorosa y sexual la humedeció untándola de una
lujuria condensada. Puse mi mano sobre el borde, tirando de él hacia
arriba, haciendo que presionase su sexo. Ella emitió un leve gemido mientras mi
dedo dibujaba el contorno de su vulva sobre el tejido de su tanguita donde una densa humedad olorosa y sexual lo
humedeció untándolo de una lujuria condensada. Puse mis manos sobre sus
caderas y bajando, arrastré su tanguita hacia abajo, dejándola sobre sus
rodillas. Humedecí un poquito mi dedo índice y lo deslicé desde su pubis hacia
abajo, jugueteando con el vello, apenas rozando los labios de su vulva y
subiendo muy lentamente, presionando el clítoris con la yema como un pequeño capullo tierno abultado erecto y
sexual que se erguía en una lujuria condensada. Su respiración se aceleraba
y unos gemidos muy suaves comenzaron a salir de su boca mientras mi dedo se
deslizaba bordeando su clítoris, apenas rozándolo. Suspiró profundamente en el
momento en que puse mi dedo sobre el y comencé a masajearlo, haciendo pequeños
círculos sobre el, presionándolo con la yema muy despacito como un pequeño capullo tierno abultado erecto y
sexual que se erguía en una lujuria condensada. Deslicé mi dedo un poquito
mas abajo y mi lengua ocupó su lugar, bordeando su clítoris, humedeciéndolo,
besándolo, como un pequeño capullo tierno
abultado erecto y sexual que se erguía en una lujuria condensada. Mis
labios lo envolvieron y comencé a juguetear con él lamiéndolo, presionándolo
con mi lengua como un pequeño capullo
tierno abultado erecto y sexual que se erguía en una lujuria condensada. Lo
succioné con mucha suavidad y ella estiró las piernas cerrándolas un poquito.
Sentía la presión de sus muslos sobre mi cara y su respiración muy agitada,
entonces emitió un suspiro muy profundo, sentí
como su cuerpo se estremecía en lentos espasmos y luego se soltó relajándose
plácidamente, después de unos momentos siguió respirando tranquila y muy
suavemente como si estuviera dormida. Lentamente llevé mis dedos a mi boca uno
a uno y los lamí con fruición saboreando esa densa humedad olorosa y sexual de
lujuria condensada rememorando aun en mis labios la consistencia carnal del pequeño
capullo tierno abultado erecto y sexual que se erguía en su lujuria condensada.
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