Para cierta Alicia olvidada.
Te acecho transparente desde la
irrealidad, sigo enviciado mirando la imagen de tu rostro, siento la
imposibilidad como un infierno que incinera mis ojos y mis huesos. Me gustaría
tocarte, oler tu perfume, y quedarnos abrazados en silencio solo sintiendo la
cercanía física y espiritual, mas ahora que sé como es tu cuerpo y mis manos se
duelen de ti, de acariciarte suavemente, entera, con toda mi ternura, dibujar
tu cuerpo con esa ternura viva del deseo para encenderte y hacer surgir de ti
la hembra sola, sentir tu estremecimiento cuando toque un rincón sensible,
suavemente, y besarte en ese rincón, y tocar con la punta de mi lengua ese
punto preciso donde se acumulan tus lujurias, solo con la punta de mi lengua
húmeda, ardiendo en tu fuego, y punzar levemente ese punto, solo darte la
pervertida ternura de mi boca, explorando tu cuerpo para saber donde están los
intersticios por donde entraré a saciarte de amor y sexo, y ternuras y cariños,
de cercanías y de intensidades, hasta romper el cristal que te encierra y
liberarte, que vueles, que dejes de ser y te vuelvas a encontrar a ti misma,
solo entonces te poseeré y penetraré en ti, en tus secretos, en tus baúles
oscuros, en tu alma desnuda, y solo ahí serás mía como no has sido de nadie
nunca… un día te poseeré totalmente y tu lo sentirás, sabrás que en ese
instante ya no te perteneces, un día, sí, un día habrá en que la imposibilidad
no importe, mientras tanto piénsame, suéñame, quiero que esta noche seas por
primera vez infiel y me dejes estar en ti.
2008
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