miércoles, 4 de junio de 2014

INTENSIDADES DE UN AMOR EN BREVE CÓPULA


Anónimo imposible, no requiere respuesta.

De intensidades se trata, de no dejar pasar el único día que se vive, el hoy. Y me gusta que te guste que me gustas, y espero absorto acá en la desolada telaraña del desvelo que caigas enredada y quedes de-fi-ni-ti-va-men-te a mi merced/voluntad, embebida en la perversión de nuestro sueño. Y ha de ser esa misma intensidad tuya lo que me atrae de ti, lo que me motiva a seguir bebiendo de este cáliz dulce/amargo (nunca sé como será el próximo sorbo), a esperarte en el silencio de mis redes de pescador frustrado, a buscarte detrás de mis máscaras, a mostrarme ante ti en un desesperado 'soy como soy' para yacer en tu cercanía como un niño asustado. Desangro las horas en su rosario perpetuo, espero los rojizos horizontes de mar y barcas contra el atardecer inundado, de serranías nevadas y orillas o sequías para que sigamos habitando el mismo sueño donde te haría un amor húmedo como los caracoles, estilizado como las libélulas, terrestre como los escarabajos, lento como las tortugas, enjaulado como los pájaros, pero siempre con la desesperación de macho/hembra resplandeciendo en la oscuridad. [Destilo caricias de mi cuerpo empapado para besar tu desnudez inquietante. Broto sigilosos dedos de mis manos para encender tus sensibles pezones. Deshabito el caracol de su coraza para lamerte el cuerpo hasta la sed. Mi boca te recorre y te devora, te abrazo y te humedezco. Una mirada pudo más, una mirada. Me subo a tus ojos, desafiante, esbozo una huida penetrante y te fecundo con el denso fervor de mi miel sosegada. (i)].

(i) Paráfrasis del poema “Sexo” de Juan Daniel Perrotta:

Sexo
Juan Daniel Perrotta

Deshojo caricias
de mi cuerpo ardiente
para cubrir tus desnudeces.
Broto dedos de mis manos
para encender tus gélidos
pezones.
Saco el caracol de su casita
para limpiarte el cuerpo
como gato.
Tu boca me recorre
y me devora,
me abraza y me enloquece.
Una mirada pudo más,
una mirada.
Me subo a tus ojos,
los penetro,
te fecundo el alma.


No hay comentarios: