lunes, 23 de junio de 2014

MORA GITANA


Iría por el ruido de tu escote sumido en su abismo tibio, bajando incrustado en tu suave canalillo hasta las llamas de los fuegos del invocante infierno que florece húmedo entre tus muslos. Alzaría vuelos sobrevolando tus pezones y cabalgaría errante por los territorios de tu espalda, escalaría la alta tibieza de tus piernas y navegaría naufrago de ti en las anegaciones de tu vulva. Trazaría con mi saliva quemante el mapa preciso de tus axilas, de la curva exacta de tus nalgas, del color misterioso de tus ojos y de los susurros que florecen en tus labios cuando te desbordas de estremecidos goces en los destellos humeantes de la cópula. Cruzaría por entre tus pechos rumbo ardiente hasta tu vientre respirando el aroma de cada uno de tus poros para anidar mi boca en besos desarmados en la íntima convexidad de tu pubis. Rasgaría los cortinajes de todos los templos por respirarte en el vaho incesante de tu aliento e incinerarme en las rojas brasas de tus besos para ir a sumergir mi lengua penetrante en la flor abierta de tu sexo. Dejaría suceder el tiempo con sus lluvias invernales y los arreboles del estío, con las delicadas primaveras y las tenues nostalgias otoñales, esperando que vengas ruborosa a mis brazos para hacer la vendimia de tu cuerpo y atraparte en el lagar de mis deseos. Humedecería tus labios resecos con la tierna voracidad de los míos para hacerte olvidar todos los nombres y dejes de esperar por otros besos.


No hay comentarios: