Aun en tu mutismo soberano volveré a sentir esa
sensación de poseer tu alma y tu cuerpo reviviendo mis solitarias fantasías. Volveré
a buscar tus labios mudos para sembrar en ellos mis besos, acariciaré otra vez
tu largo cabello azabache con mis manos tiernas de amante lunar, rozare tu
rostro con mis ternuras florecidas, te abrazaré dulcemente para que duermas y
sueñes en mis brazos, y soñarás entre mis susurros y mis sensitivas caricias, soñarás
que nos soñamos en un sueño compartido donde tu y yo somos un solo ser,
fusionados, y sobre ti convergerán todos mis cariños y reposarás en mí tus
cansancios y tus temores, y desde mi renacerás a otra vida plena del Amar que
me enseñaste. Y es que tu silencio me excita aun más porque sé que estas ahí oculta
en ti misma mordiéndote los labios, pero soy tu Amo y Señor y tú mi esclava y
doncella, y eso seguirá así hasta el fin de los tiempos porque poseo tu cuerpo
desde antes y jamás podrás borrar las marcas de mis deseos en ti. No hay en el sexo
abierto que aprendí de ti un sentido de ausencia ni una posible lejanía,
siempre estás, vigente y deseada en los recuerdos vivos de mi posesión de ti. Toda
la sexualidad se derrama por nuestras almas excitadas como un bálsamo o un
hechizo, vivimos incrustados en el otro, penetrados en la vigencias de penetrantes
sodomías e inquietantes incestuosidades, aun lejana y silenciosa mis mañaneras
erecciones amanecen en ti. Siempre te huelo hembra abierta y pervertida aunque
huyas de mí.
jueves, 5 de junio de 2014
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