domingo, 20 de julio de 2014

CONJUGANDO EN FUTURO IMPOSIBLE


(Versión actualizada y/o expurgada)

Buscaré tu piel, toda extensa y desnuda, su calor embebido y su tierna impudicia, para escribir en ella con la puntita de mi lengua un poema que vaya desde tu frente en el borde de tu pelo hasta la puntita misma de tus pies, desde tu cerviz coronada hasta tus mismos talones. Un poema escrito con la tinta ardiente de mi saliva, lujurioso e inquietante, sexual y sensual, con punzantes versos penetrantes allí en tus rincones, con húmedas y lamidas palabras en tus breves y erectas cumbres carnales. Un poema que sea como el amor de los caracoles y te envuelva en las babas y espumas de un sexo primigenio, ancestral, un poema de delicadas perversiones que desmembre y fragmente tus deseos con la turbia densidad onanista de un ansioso poeta en celo. Escribiré una oda en tu sexo, en tu vúlvica orquídea rosada, la escandiré susurrante en tu trémula vagina, beberé allí ebrio de ti los néctares del rito poético, los brebajes que silencian las palabras en el dulzor hondo de tu cuerpo, hurgaré con mi nariz buscando el verbo en tu aroma, desataré mi fálica escritura en ese sensible palimpsesto para borrar todos los vestigio de otras voces que no cantaron como yo cantaré la tersura lujuriosa tu piel. Iré a tu alcoba a tu lecho a tu desnudez inquieta a tus fuegos húmedos a tus ansias entreabiertas a tus deseos florecidos a morderte los pezones a besarte la boca a lamer tu sexo en su aroma de hembra a hundir en ti mi erecta virilidad a penetrarte con ternura a pervertirte poseída desde el susurro hasta el grito a entrar al fin fusionados en el buscado paraíso, iré. Te perseguiré por todos los sueños, aullaré en todos los bosque que guarda tu memoria, navegaré en todos los mares que has visto y también en los charcos y arroyos y ríos, y encallaré en sus arcillas o sus arenas buscando las plantas de tus pies para poseerte desde allí subiendo a lamidos y besos hasta tu alta frente y tu pelo ensortijado. Te morderé la boca para demarcar mis territorios, te morderé los pezones para hundirme en ti como un niño sediento, te morderé los pétalos de la flor de tu sexo para que me sientas macho en ti, te morderé el botoncito sensible para urgirte un orgasmo salvaje y libar tus jugos como un sátiro pervertido, hasta te morderé el lóbulo de tu orejita derecha para que al fin conozcas de lo terrible de mis ternuras.


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