La besa, con besos húmedos y lentos, jugando
con su lengua dentro de su boca, después poco a poco recorre su cuello con la
lengua hasta bajar a sus pechos, sus labios se centran en sus pezones, los
chupa, los lame y mordisquea, los muerde suavemente y los pellizca, al mismo
tiempo que comienza a acariciar sus muslos, acaricia sus ingles, mete su mano
debajo de su falda y comienza a acariciar su vulva con la yema de sus dedos por
encima de la tanga, hasta que ella comienza a mojarse, poco a poco descorre las
bragas dejando expuesta la anegada flor abierta, acaricia su clítoris con su
dedo humedecido en su propia saliva, unta su dedo en esos tibios flujos y
comienza a acariciarle el clítoris, suavemente, vuelve una y otra vez su dedo a
su boca para chuparlo saboreando sus sabores desatados, coloca sus dedos índice
y anular en V, con ellos separa los labios vaginales y deja al descubierto el
clítoris para que su dedo corazón le de deliciosos meneos circulares, lo punce,
lo arrebate en un breve éxtasis puntual, mismo dedo que desliza de cuando en
cuando al interior de la vulva para recoger su denso lubricante que hace la
masturbación mucho más placentera. Después va metiendo sus dedos en su vulva,
abriendo la vagina mete otro dedo, en ese momento ella, que no para de moverme estremecida,
toca su propio clítoris ayudándolo en la búsqueda de su placer, en tanto, un
dedo de su otra mano explora sigiloso entre sus nalgas hasta que encuentra la
tímida florcita del sur y muy lenta y delicadamente la penetra, cuando siente
que ella está ya muy excitada comienza a introducir uno, después dos y tres
dedos dentro de su vagina, comienza a meterlos y sacarlos hasta que ella entre
retorcimientos y quejidos llega al clímax de un delicioso orgasmo.
sábado, 12 de julio de 2014
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